5 Razones para vivir en la Costa Blanca

La Costa Blanca es el nombre con el que se conoce al Mediterráneo en la zona del sudeste de España, concretamente en la provincia de Alicante, y que abarca un amplio conjunto de municipios, desde Denia hasta Pilar de la Horadada.

   

De esta privilegiada zona de España, destacan famosos destinos turísticos como Jávea, Altea, Calpe, Moraira o la ciudad de Benidorm, y las zonas de interior como, Gata de Gorgos,  Jesús Pobre o La Vall del Pop, formada por las poblaciones de Castell de Castells, Benichembla, Murla, Alcalalí, Parcent, Jalón, Llíber y Senija, esta última localizada junto a la localidad costera de Benissa.

  

La magia de un lugar único. Vive la Costa Blanca.

  

Con más de 218 km de bellas playas, acantilados y calas, la Costa Blanca es un destino de primer nivel donde visitantes y residentes quedarán fascinados no sólo por su naturaleza, sino también por sus tradiciones, festividades o su deliciosa gastronomía. Son muchos los motivos por los que querer vivir en la Costa Blanca y para elegir adquirir viviendas residenciales en esta zona de España.

  

1. Un clima benigno con 300 días de sol al año.

La Costa Blanca cuenta con unas características inigualables: sus condiciones de sol y playa hacen que ofrezca una luz y color especiales. Ofrece un clima templado con estación seca estival, lo que resulta muy atractivo para la actividad turística y residencial. Cuenta con un tiempo privilegiado, según la OMS, “uno de los más saludables”, con más de 2.800 horas de sol al año y una temperatura media anual de entre 17º y 19º. Este hecho hace que la vida aquí reúna las condiciones perfectas durante todo el año para disfrutar del mar y los deportes al aire libre. Las precipitaciones son escasas; solo unos 20 días al año debido a su localización entre montañas. Su cercanía al mar hace, además, que los inviernos sean muy suaves.

   

2. Mar, playas, calas y parajes naturales de gran belleza.

La Costa Blanca ofrece 218 km de aguas tranquilas y transparentes. Sus playas se caracterizan por ser amplias, de aguas poco profundas y cristalinas, contando con gran variedad de puertos deportivos, siendo Alicante la provincia española con el mayor número de playas galardonadas con el distintivo de bandera azul en reconocimiento a la calidad de sus aguas, seguridad y servicios que ofrecen. Playas y calas para disfrutar del mar en la Costa Blanca.

   

En lo que respecta al entorno, esta zona ofrece un amplio abanico de posibilidades, en parte producidas por su carácter accidentado. Se trata de la segunda provincia más montañosa de España. Contar con más de una decena de parques naturales, numerosos valles y zonas montañosas, la convierten en una provincia de riqueza única en especies y biodiversidad. Visitar sierras como la de Mariola, la Font Roja, el Peñón de Ifach o la de Montgó, es todo un placer para el cuerpo y el espíritu. También son de gran belleza sus lagunas como Mata o Torrevieja.

   

Los parques naturales salpican la provincia de una vegetación autóctona y única en España que fascinarán a los visitantes. Cuenta también con exuberantes bosques considerados un bien protegido muy escaso en toda Europa, como el de tilos en Sierra Mariola, con unas espectaculares vistas y un riquísimo herbario natural de plantas medicinales y aromáticas.

   

Montañas, valles, acantilados, calas y playas de arena se dan la mano en un paisaje único de gran belleza en la costa Mediterránea española.

   

3. Gastronomía saludable basada en la dieta mediterránea.

El tercer motivo para que la Costa Blanca se convierta en lugar de residencia es su saludable, variada y deliciosa gastronomía. Aunque los pescados y mariscos como la lubina, dorada o salmonetes, entre otros, son considerados sus productos estrella por su calidad y sabor, también es cierto que cuenta con frescas frutas y verduras de las cercanas huertas, que resultarán placeres para el paladar. También son tradicionales y deliciosas sus salazones. Todo esto, acompañado con los prestigiosos caldos de la zona, compone una gastronomía saludable y deliciosa.

   

El arroz es también uno de sus platos más elaborados, servido en sus diversas variedades, como a banda, más seco, el caldoso, con verduras o embutidos al modo olleta. Este último también se puede combinar con calamar, atún, chipirones o pollo y magro de cerdo.

  

En los pueblos y zonas de montaña son muy habituales las olletas, compuestas por embutido, garbanzos, calabaza, carne de cerdo o sabrosas carnes como el conejo al ajillo con tomate, las chuletas o las piernas de cordero.

  

Por último, para endulzar las comidas, nada mejor que sus famosos turrones y helados de Jijona, tartas de almendra o uvas, dátiles y pasas.

  

Son muchos los restaurantes de calidad donde disfrutar de esta gastronomía si bien el centro gastronómico de la Costa Blanca se localiza de manera destacada al norte de la misma, especialmente en la comarca de la Marina Alta, con diversos restaurantes galardonados con estrellas Michelin. Lidera esta lista de restaurantes Quique Dacosta en Denia, con tres estrellas Michelin y considerado uno de los mejores restaurantes de toda España. Otros dos restaurantes de reconocido prestigio, con una estrella Michelin cada uno de ellos, son el Restaurante Casa Pepa en Ondara y el restaurante BonAmb en Javea.

   

4. Tradición y fiestas de interés turístico internacional.

Otro motivo para quedarse en la Costa Blanca son sus fiestas y tradiciones. Una de las más conocidas, las Hogueras de San Juan, son una agradable forma de recibir el verano. Esta festividad ofrece también numerosas actuaciones musicales, teatrales, deportivas o fuegos artificiales; todo un alarde de luz, música y diversión en un enclave único para rendir culto al fuego.

   

Otra tradición que arrastra muchos siglos de historia son las fiestas de Moros y Cristianos, que se celebran en muchas ciudades del Levante, como Alcoy, y son todo un alarde de color y diversión, declaradas en 1980 Fiestas de Interés Turístico Internacional.

   

Además, existen otras muchas celebraciones como el Misterio de Elche, una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad que se celebra cada año en la Basílica de Santa María de Elche, entre otras muchas festividades y fiestas locales.

   

5. Un rico patrimonio cultural.

Su rica cultura y patrimonio son otros de sus grandes atractivos. Por esta tierra han dejado su impronta multitud de pueblos como los árabes, íberos o romanos, aportando un gran legado arquitectónico, artístico o literario. La provincia cuenta con un patrimonio que va desde la huella prehistórica con las pinturas rupestres de Pla de Petracos, al mundo romano e íbero, con yacimientos como los de Lucentum o Alcudia. La cultura árabe ha dejado constancia de su presencia en impresionantes castillos y fortalezas, muchas de ellas declaradas Bien de Interés Cultural.

  

Por otro lado, sus numerosos museos y colecciones de arte son imprescindibles, como el Museo Provincial o el de Arte Contemporáneo, así como la Casa Museo Azorín de Monóvar o el Santuario de Santa María Magdalena. Cuenta también con tres patrimonios de la humanidad, El Misteri D´Elx, el Palmeral de Elche y el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo.

  

A esto hay que sumar la belleza de sus pueblos y ciudades, con cascos históricos cargados de historia y arte, como el de Alicante, Elche, Altea, Denia, Jávea o Benissa entre otros muchos.

  

La Costa Blanca es un alarde de belleza natural, patrimonial y artística, pero también de rica gastronomía, sin olvidar la alegre y hospitalaria calidez de sus gentes. Un paraíso único y cercano en el que no será difícil perderse.

   

Imagen: Fuente: https://www.flickr.com
Autor: © marvin_michels URL: https://www.flickr.com/photos/62712208@N04/14697859568

    

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